De niña

De niña soñé el olor a azufre. Estaba en un volcán inmenso y caía la lava en las paredes. Soñé el olor a azufre más de diez veces. Años después, en una práctica de laboratorio, descubrí que era azufre, que de niña no conocía. Siempre he pensado en un demonio rondando en mi cuarto, con un dulce aroma a lava colgando en su espalda, que yo, en sueños olía.

Estándar

Deja un comentario